Sogas
La yarará se deslizó por el césped y se detuvo al fondo de una casa de paredes blancas, enrojecidas por […]
La yarará se deslizó por el césped y se detuvo al fondo de una casa de paredes blancas, enrojecidas por […]
Acumula días horas segundos agazapado sobre mi mesa el celular una tableta de chocolate que se disuelve amargo lobo negro
Oromiraba la luna blanca ardilla coherente frígida sin encastres de promesas edifiqué mi vida latente en sus altitudes enmimismado oí
—Llámales, diles que quiero confesarme y hacer mi testamento —díjole quien había sido el Quijote a su sobrina. La sobrina
La muerte de Alonso Leer más »
Al igual que en aquel día de mi infancia, hoy miro las vías del ferrocarril y siento que me bajan
En la infancia ni siquiera decíamos que nadie nos completa cada día duraba para siempre salíamos al patio a buscar
El Alberto para la oreja antes que los otros perros: —Escuchen… ¿La escuchan? ¡La misma de la otra noche! La
¿Sabe qué es lo más raro? Usted no va a creerme, pero desde hace unos días yo pensaba: «Ojalá viniera