Sogas
La yarará se deslizó por el césped y se detuvo al fondo de una casa de paredes blancas, enrojecidas por […]
La yarará se deslizó por el césped y se detuvo al fondo de una casa de paredes blancas, enrojecidas por […]
—Llámales, diles que quiero confesarme y hacer mi testamento —díjole quien había sido el Quijote a su sobrina. La sobrina
La muerte de Alonso Leer más »
Al igual que en aquel día de mi infancia, hoy miro las vías del ferrocarril y siento que me bajan
El Alberto para la oreja antes que los otros perros: —Escuchen… ¿La escuchan? ¡La misma de la otra noche! La
¿Sabe qué es lo más raro? Usted no va a creerme, pero desde hace unos días yo pensaba: «Ojalá viniera