The Strokes tocó en el Lollapalooza del 2017. Julian Casablancas, líder de la
banda,en un momento hizo un descanso entre tema y tema, mientras
contemplaba como el público argentino a los gritos, le arrojaba barras de
Mantecol, a modo de burla, por su reciente aumento de peso.
Es una pena, o quizás bendición, que no entendiese muy bien castellano.
Depende de ustedes interpretarlo.
Sobre un costado, Luciana, chica de unos veinte años, estaba perdidamente
enamorada del cantante, por lo que le gritó entre la multitud su amor:
“¡Gordo, vení que te hago de todo!”
Oportuno, atento, y sin camiseta, a pocos pasos se hallaba Walter quien, ni lerdo ni
perezoso, se acercó a la chica a modo de broma.
Impostó su voz, y con un aire seductor, atacó:
“A mi también me dicen Gordo…”
Luciana lanzó una mirada que escaneó a Walter. Gordo, transpirado, peludo, barba
abundante y desaliñada, y pelo largo hasta los hombros.
Se debatió entre odio y asco. Lo llamó “Pajero ignorante”, y se alejó lo más posible.
Días después del show, Luciana publicó un tweet en el que mencionó, en pocas
palabras la situación de acoso que vivió en aquel recital.
“¿Viste cuando estás lo más bien mirando el recital de tu banda favorita, y de la nada
vienen a acosarte? Bueno, así estuve en el Lollapalooza cuando tocó Julian
Casablancas. Deberían hacer algo ante estas situaciones”.
Poco a poco, la gente comenzó a darle likes a su publicación, y salir a defenestrar a
los acosadores.
Lo que no se esperaba, era que el mismo Walter viese aquella publicación, y diese un
“me divierte”.
Ahí comenzó la batalla. Luciana lo atacó sin piedad, escrachándolo y tachándolo de
asqueroso y depravado entre una larga lista de insultos.
La gente la apoyaba rotundamente, incluso quisieron rastrear la dirección de la casa
de Walter para atacarlo cara a cara.
Sin embargo, en un momento dado, otra chica salió al cruce publicando un video en el
que se veía la situación por completo.
“Gente, yo estaba detrás de los dos y tengo filmado todo. Me parece muy hipócrita que
digas que fue acoso, cuando vos literalmente, le decías cosas peores al cantante. Que
linda tu doble vara”
La gente que seguía este culebrón se dividió. Una buena parte salió a burlarse de
Luciana, otros pocos trataban de defenderla, diciendo que no se podía comparar al
cantante, con un “gordo asqueroso” que andaba entre el público.
Sin embargo, al leer sus respuestas, la gran mayoría empezó a burlarse de Luciana,
quien trató de denunciar y censurar las respuestas en su contra.
Walter, le mandó una solicitud de amistad a esta otra chica, la que ella aceptó
enseguida. Por último, cerró el hilo de comentarios con una frase:
“«Si matas a una cucaracha eres un héroe. Si matas a una mariposa eres malo. La
moral tiene criterios estéticos» (Federico Nietszche)
Tengo que reconocerlo. Ahí mi gordo se lució. Llevamos casi siete años juntos, y todos
los días me chamuya que el quiere ser mi Julian. ¿Para qué? Prefiero que siga siendo
Walter. El otro yanqui ese viene cada tres o cuatro años. A vos te tengo todos los días.
Me alcanza y me sobra