Mi hermanito nuevo
¡Ufa! ese a la cama me tiene cansado. Ya me falta poco para los 6, podría quedarme de sobremesa un rato mas.
Mamá sabe que yo se guardar secretos, porque guardar un secreto puede hacer bien a alguien. Eso dicen mis papis y yo les hago caso, aun que no los entiendo, ¿por que no puedo decir en la escuela que tengo un hermanito nuevo? Si la vecina sabe, lo sintió llorar, y ¡como lloraba!, tanto que me despertó y fui a la cocina. El envoltorio era chiquito, mamá lo tenia a upa y movia los brazos para que se callara, él seguía llorando a los gritos. Mamá también lloraba muy bajito y le decía a mi papá que buscara una farmacia de turno, que consiguiera una
Mamadera.
Cuando me vieron, medio tartamudeando, entre los dos quisieron explicarme lo del hermanito nuevo, usaron muchas palabras. Quien sabe que cara pondría yo, que por último, me dijeron que lo había mandado dios; que era un secreto entre los tres y que lo tenía que querer mucho mucho.
Pobre, hasta sin nombre lo mandó, porque escuche por lo bajo que seria un Torres más.
Yo no sé.
¿Quién entiende a los grandes?
¿Quién entiende a Dios?